Desde su estreno, Akira pasó a ser reconocida como película de culto y una de las mejores películas de animación y ciencia ficción de todos los tiempos. La realización de la cinta es todo un hito en la historia del cine, siendo considerada la producción animada más costosa de la historia en aquel momento.

El creador de la cinta (y antes del manga) fue Katsuhiro Otomo, ilustrador nacido en Hasama en 1954. Su juventud la marcaron los tumultuosos años 70 con las manifestaciones de estudiantes y trabajadores contra el gobierno japonés. Y en cuanto a su bastante artísticas sus influencias vienen desde el manga Astro Boy, Gigantor y Hols, principe del sol, hasta films americanos como Easy Rider o mi vida es mi vida. Si añadimos todos estos datos en una coctelera, podemos vislumbrar lo que vendrían a ser cimientos de su obra magna, Akira: Motocicletas, disturbios, rebeldía…

En el contexto político hay que recordar que en la época en la que se realizó Akira, Japón vivía una fuertísima burbuja financiera relacionada por un lado con el sector inmobiliario y por otro lado con el sector bursátil. De hecho, en la película mas de una vez se habla de la incompetencia de los “trajeados”. Incluso aún más, en otros animes como “Demon City” de Yoshiaki Kawajiri, estrenado en el mismo año que Akira, la acción transcurre en Shinjuku, el distrito financiero de Tokio, culpabilizándolos de los males que azota a Japón.

Uno de los puntos centrales tanto del manga como del anime, es el uso que se hace de la ciencia y la tecnología, y que también es uno de los fundamentos de la ciencia ficción cyberpunk: la tecnología debería liberar al ser humano, estar a su servicio, ser un medio, pero en lugar de eso, lo ha sumido en el caos y se ha convertido en un fin en si mismo, más que en un vehículo de progreso.

De hecho, la trama central se desarrolla en experimentos científicos que van mas allá de lo moral y lo ético. El sujeto que es liberado por los rebeldes, es un niño con el que han experimentado sin su consentimiento para liberar poderes más allá de lo estrictamente humano. Podemos ver a esos personajes con cuerpos aniñados, pero caras totalmente envejecidas.

Akira es un film ambientado en la ciudad futurista de Ne-Tokio en el año 2019, construida sobre la antigua Tokio destruida tras la tercera guerra mundial.

Como buena historia cyberpunk, nos encontramos con una sociedad descontenta en la que los barrios marginales inundan la gran urbe de Neo Tokyo dominada por militares y gobernantes corruptos. Neones, grandes rascacielos, oscuridad… inspiración que bebe directamente de la obra maestra y primera de todas, Blade Runner.

La acción se centra en la banda de moteros “The Capsules”, jóvenes sin estudios ni futuro y en dos de sus miembros: Kaneda, líder de la banda y Tetsuo. Durante un enfrentamiento con la banda rival de los Clowns, Tetsuo casi atropella a un niño con aspecto de anciano. Este niño es parte de un experimento militar, los cuales se llevan a Tetsuo herido por el accidente y empiezan a experimentar con él. A raíz de estos experimentos, Tetsuo desarrolla rápidamente gran variedad de poderes. Pero al no estar preparado psicológicamente para recibirlos, sirven de liberación para sus miedos e inseguridades. Paralelamente, Kaneda intentará encontrar a Tetsuo.


Recordad que tenemos una playlist en Spotify donde iremos añadiendo canciones extraídas de las bandas sonoras de las películas y series que vayamos comentando en todos los episodios.

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